De acuerdo a esta nueva investigación, la fibra de esta super semilla podría prevenir varias enfermedades
Por Patricio Lazcano no La Tercera | 15/12/2023
La chía (Salvia hispanica L.) es uno de los alimentos ricos en nutrientes y cultivos de pseudocereales más populares de la familia Lamiaceae. Las semillas de chía son una rica fuente de proteínas, ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), fibras dietéticas y antioxidantes.
La chía ha sido durante mucho tiempo introducido en la lista de los llamados “superalimentos” y ahora un nuevo estudio científico vuelve a destacar las enormes propiedades de estas semillas.
Estudio revisa lo que se publicó de la chía en 2023 y descubre dos potentes propiedades de esta semilla
El artículo, publicado el jueves, sugiere que las semillas de chía pueden reducir la presión arterial y el riesgo de cáncer.
“Este estudio no solo profundiza nuestra comprensión de la nutrición de las semillas de chía, sino que también ofrece ideas para que los científicos aprovechen esta información para mejorar la salud humana”, dijo al sitio Healthline.com Michelle Routhenstein, nutricionista y dietista de cardiología preventiva en la clínica EntirelyNourished.
La investigación hizo una revisión de todos los estudios publicada a partir de enero de 2023 concluyendo que las semillas de chía contienen:
-Ácidos grasos poliinsaturados que pueden mejorar la salud cardiovascular
-Alto contenido de fibra que puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2 y enfermedades relacionadas con el tracto gastrointestinal.
-Proteína que podría ayudar a tratar el cáncer y la presión arterial alta
-Antioxidantes
-Propiedades antimicrobianas
Además de la revisión de otro sartículos científicos, los investigadores “secuenciaron el genoma de la chía”, lo que significa que observaron su información genética en un laboratorio.
Los autores observaron 29 genes en las semillas de chía que contribuyen a la biosíntesis de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y 93 que ayudan con la propiedad de formación de su naturaleza hidrofóbica, una característica distintiva de la semilla, que les permite absorber de 10 a 12 veces su peso en líquido.
Esta característica hidrfóbica forma una sustancia espesa, parecida a un gel, para uso alimentario, aunque la chía también se puede comer cruda.
En su análisis, descubrieron además, más de 2.700 genes altamente expresados en la semilla probablemente crearán pequeños péptidos bioactivos derivados de proteínas.
Estos compuestos pueden ofrecer beneficios como efectos antiinflamatorios, regulación de la glucosa y control de la presión arterial.
Este artículo no es el primero en secuenciar un genoma de chía, pero es más detallado a nivel molecular y se suma a una base de conocimientos cada vez mayor.
Estudio chileno descubre otra desconocida y poderosa propiedad de la chía
Otro estudio chileno financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), liderado por la Dra. Loreto Muñoz de la Universidad Central de Chile en colaboración con el Dr. Rodrigo Valenzuela de la Universidad de Chile, , también indagó sobre las propiedades de la chía.
La investigación demuestró que la fibra de la chía tendría grandes aportes para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Esto es debido a que el consumo de esta semilla podría evitar que se produzcan algunos de los principales marcadores del Síndrome Metabólico, un grupo de trastornos que incluye el aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en la sangre, exceso de grasa corporal, entre otros, y que en su conjunto pueden ser precursores de importantes problemas de salud, como patologías ligadas al corazón.
“Una dieta rica en grasas, como es de esperar, induce muchos problemas de salud, entre ellos el síndrome metabólico, que representa un alto riesgo cardiovascular. Aunque este riesgo está relacionado con múltiples factores, quisimos investigar el efecto de la fibra, especialmente la fibra de chía, en estos factores de riesgo. Para este propósito, tuvimos tres grupos de ratones: el primero, de control, con una dieta normal, y otros dos grupos con una alimentación alta en grasas. Al tercer grupo, además se les dio como suplemento harina de chía, una harina rica en fibra”, explicó Loreto Muñoz.
El consumo de chía puede prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
El estudio dio cuenta que, al incorporar harina de chía en la alimentación, su fibra no sólo atrapa colesterol y glucosa (azúcar), sino también los triglicéridos, impidiendo que éstos sean absorbidos, evitando que, a lo largo del tiempo, produzcan síndrome metabólico, hígado graso y enfermedades cardiovasculares.
Además, la dieta rica en harina de chía provocó un aumento de los niveles de Omega-3. Es importante considerar que la harina de chía mantiene aproximadamente un 10% de aceite, por lo que un 5% a 6% de esta harina corresponde a Omega-3. Esta pequeña cantidad de Omega-3, en conjunto con la fibra dietética, contribuye a prevenir la inflamación y oxidación de las células, a reducir el colesterol y, en términos generales, a mejorar la salud.
El aporte de la chía en la salud cardiovascular se explica principalmente por su alto porcentaje de fibra soluble e insoluble, que supera el 50% de su composición. La fibra insoluble ayuda a la digestión, pero la fibra soluble tiene una particularidad mucho más interesante: “Gracias a su capacidad de absorber agua, alrededor de 30 veces su peso en este líquido, la chía es capaz de formar una estructura que atrapa nutrientes dañinos como el colesterol, grasa y la glucosa (azúcar), y luego mantenerlos ‘encapsulados’ o atrapados hasta el final del proceso digestivo, eliminándolos del organismo a través de las heces, contribuyendo a prevenir enfermedades ligadas al hígado y corazón”, agregó la especialista.
Estudio chileno revela cómo el consumo de chía puede prevenir el riesgo de enfermedades
A lo anterior, la investigadora añade que “otros de los beneficios del consumo de esta fibra son, por un lado, la sensación de saciedad que genera al consumirla, por el gran espacio que ocupa en el estómago y por otro, el efecto probiótico para nuestra microbiota intestinal, al ser consumida y fermentada en el intestino grueso”.
Para tener los efectos deseados, advierte que lo ideal es hidratar la semilla al menos una media hora antes de su consumo. Sin embargo, aún sin ese tiempo de hidratación, lo importante es siempre consumir la chía con mucho líquido, porque el mucílago –estructura gelatinosa encargada de retener estos elementos nocivos como el colesterol o la glucosa– se activa en contacto con el agua. También, es fundamental que el consumo sea diario, de forma que se puedan obtener los beneficios completos de la chía, especialmente de la fibra.
“En la última década, se ha reconocido la real importancia de la fibra dietética a nivel mundial. Hay muchos alimentos que la contienen, pero la población no sabe qué alimentos son ricos en fibra y porqué es tan importante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de entre 25 a 30 gramos de fibra dietética al día, por lo que consumir 50 g de semillas de chía o 30 g de Harina de Chía al día, cubre el requerimiento nutricional diario”, concluyó Loreto Muñoz.
Publicado no La Tercera
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